Diferencia entre estado y nación

Diferencia entre estado y nación

A menudo escuchamos sobre el estado-nación. ¿Por qué se juntan estas dos palabras? ¿Hay alguna diferencia entre el estado por un lado y la nación por el otro? 

Los dos términos no siempre han estado unidos por un guion. La palabra “Estado” proviene del latín status que significa estar de pie. El estado en el sentido político es una forma de organización que reúne a una población en un territorio bajo la autoridad de un gobierno. 

El estado se rige por una constitución, palabra que proviene del latín que puede traducirse como «ley política» pero que entendemos mejor si vemos que constitución está formada por los vocablos latinos «cum» con y «estatura» para ponte de pie Básicamente, la constitución es lo que mantiene en pie al estado. Como tal, la constitución se refiere a las reglas más fundamentales que definen la forma en que se organiza el estado.

Entonces, ¿qué es una nación? Si el Estado se refiere a una forma jurídica e institucional de organización política, la nación manda al pueblo de un territorio. 

La palabra proviene del latín nación que significa «nacimiento» pero también «pueblo o tribu». Podemos definir a la nación como un conjunto social de individuos que comparten un mismo territorio, una misma historia, una misma lengua, unas mismas costumbres. Pero eso es discutible. 

Fue en el siglo XIX cuando autores como Fichte o Renan conceptualizaron distintas formas de pensar la nación. Y fue durante este mismo período que nació el concepto de Estado-nación. Para entenderlo cabalmente, conviene señalar que el Estado no es reducible a la nación, ni la nación reducible al Estado. Un Estado puede así estar formado por varias naciones como en el Reino Unido o en Bélgica (con la nación de los valones y los flamencos). 

Una nación puede no tener Estado, a pesar de tener un territorio definido y una población homogénea por su lengua, su cultura, Cataluña o Quebec por ejemplo.

Pero todo esto fluctúa y depende de cómo se defina a la nación y si se considera siquiera relevante utilizar tal palabra. En Francia, por ejemplo, los bretones o los corsos no se reconocen como nación, sino que todas las regiones se agrupan dentro de la nación francesa, una construcción histórica heredada de la construcción del Estado-nación en el siglo XIX. 

El estado-nación, por lo tanto, combina una dimensión política y legal con una dimensión identitaria. Para crear un estado-nación, es necesario homogeneizar diferentes culturas y unirlas bajo una misma autoridad política.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *